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Quilapayún: Cantos de libertad a Chile
FuenteREVISTA DE REVISTAS Fecha23 Abril 1975 PaísMéxico


Edición transcrita

Siete figuras, severamente vestidas de negro; siete voces varoniles cuya sonoridad cambia en cada canción, acompañadas por el sonido de guitarras y otros instrumentos que van estableciendo una relación cálida y emotiva con el público que los escucha, palmea y acaba cantando con ellos. Eso es lo que hace el conjunto Quilapayún, siete jóvenes chilenos a los que el Presidente Salvador Allende enviara a Argelia, en agosto de 1973, como embajadores culturales de su país.

Conjunto vocal e instrumental, podría decirse que su estilo está definido por el aprovechamiento de las voces e instrumentos en una búsqueda constante de lo expresivo, más que de lo formal. Este grupo nació en 1965, “cuando en Chile, el movimiento social pugnaba por imponerse y en todo el país comenzaban a escucharse más y más las voces de los trabajadores. Quilapayún es una palabra araucana, compuesta de “quila”, tres y “payún”, barbudos. En efecto, tres de los componentes usan barba; corta, cuidada y que, junto con la informalidad que predomina en su trato, los hace aparecer más jóvenes de lo que en realidad son.

Su estancia en México fue breve. Y es que, debido a su gran calidad artística, su actuación es solicitada en muchos países. Y esto sirve también para que ellos, sin dejar de esforzarse por mantener y mejorar la calidad artística del conjunto y en lo personal como compositores y arreglistas, dedican todo su esfuerzo a ampliar y fortificar la solidaridad internacional para con su pueblo. En nombre del grupo habla Eduardo Carrasco:

“Al ocurrir el golpe militar, comprendimos que nuestra tarea principal era seguir representando a nuestro pueblo, buscando por todas S tete figuras, severamente partes solidaridad y ayuda hacia nuestra causa y eso es lo que hemos hecho. El movimiento de solidaridad es muy amplio, y ha abierto un campo muy grande de desarrollo y de interés artístico hacia la música nuestra, que permite que podamos subsistir con nuestro trabajo””.

Han grabado trece discos. Al igual que otros artistas chilenos, todo lo que se recaude por concepto de regalías tiene un solo destino: ayudar a la resistencia de su país. Estos siete muchachos 0, mejor dicho, estos siete ciudadanos chilenos llevan por el mundo entero su canto de rebeldía, de libertad y de esperanza. Francia les brindó asilo político y la ONU documentos para que puedan viajar libremente y sin problemas. En estos dieciocho meses se han presentado en Argentina, Cuba, Uruguay y Venezuela, 17 países de Europa, Estados Unidos y México, Su peregrinaje no parece terminar. De México, de regreso a Europa para presentarse en Inglaterra, Alemania, Italia y en el próximo julio, una nueva gira que comprende Australia y Japón.

—¿A qué atribuyen el éxito que ha alcanzado este tipo de música? ¿Es simplemente una moda este resurgimiento de la canción auténticamente popular?”

—Creo —dice Carrasco— que eso pertenece de manera muy clara a un avance en la conciencia de nuestro pueblo. En estos últimos años se realiza toda una toma de conciencia muy importante en los pueblos latinoamericanos. Aumenta la conciencia antimperialista, el deseo de liberación, de independencia, de afirmación de los propios valores.-Es el resultado del avance de la lucha social de los latinoamericanos y creo que el movimiento chileno de la canción no puede separarse, es absolutamente indisoluble del movimiento social chileno. Es una de sus : expresiones, en el campo del arte.

EL CANTO, REFLEJO DE ANSIAS LIBERTARIAS

— Existe alguna diferencia entre la llamada canción de protesta y lo que es realmente canto popular?

—Se puede establecer una diferencia; en lo esencial, sin embargo, no es correcto establecerla, porque no son cosas genéricamente distintas. Todos los cantos populares sirven al pueblo para expresar su condición de explotación, de miseria, y esto hace que dentro del campo folclórico haya una gran riqueza de canciones sociales, de protesta, de denuncia. Son cantares políticos. Nosotros, en Chile, recogimos canciones del siglo pasado; también canciones de protesta de los negros de Colombia, del siglo XVII. En todos los pueblos ha habido, desde siempre, ansia de libertad y de liberación del yugo que los oprime y eso se tiene que reflejar en sus canciones. Sería imposible que la situación que sufren no se reflejara en su cantar. Lo que pasa es que también ha habido, siempre, la intención de sofocar, de apagar, de esconder esa raíz social que tiene todo canto popular.

—¿Cómo se formó el grupo?

—Con dos propósitos. Por una parte, reivindicar la música autóctona indígena; fundamentalmente, la música nortina, la del altiplano, la de la zampoña, la guitarra y el charango. Por otra parte, teníamos el afán de convertirnos en un vehículo de expresión del pueblo, de que la nuestra fuera una voz popular. Esos han sido los dos caminos, las dos metas que se ha impuesto el conjunto. Una tiene que ver con la autoafirmación de la cultura popular latinoamericana, y la otra con la lucha social y revolucionaria de los pueblos latinoamericanos.

—En el último disco que grabaron en Europa todas las canciones son revolucionarias. Es obvio que fueron escritas después del golpe militar en Chile. ¿Las hicieron ustedes?

—SÍ.

—Bien, ¿y antes”? ¿Cuando se produjo el golpe, cómo tenían integra: do su repertorio?

—Pues con canciones folclóricas. Digamos que son canciones instrumentales o de un contenido folclórico general, que hablan de amor y también de luchas revolucionarias latinoamericanas. También, melodías de las que nosotros llamamos “nueva canción chilena” o sea, que aunque son de creación nuestra, toman como punto de partida la música folclórica. Luego, las que llamábamos “canciones contingentes”, que son panfletos políticos, y las hacíamos para que cumplieran un papel específico en la lucha social de la Unidad Popular. Tenemos también obras de mayor envergadura, fruto de una mayor elaboración, siempre a partir de la música popular, que nosotros llamamos “cantatas populares”. Tenemos cuatro en nuestro repertorio.

—¿Y después del golpe han podido enriquecer ese repertorio?

—Con grandes dificultades hemos podido renovarnos un poco, no mucho. Nuestro trabajo es muy intenso: viajes, presentaciones que en este momento, mucho más que la creación, constituyen lo más importante de nuestro trabajo. Tenemos que llegar a las grandes masas y esa es nuestra principal labor. En estas condiciones, nos cuesta mucho renovarnos y por eso en el último año sólo hemos podido sacar un disco. Pensamos sacar otro más, dentro de poco. ...

EL ARTE COMO DENUNCIA

— ¿Ustedes creen que con sus actuaciones pueden contribuir a vigorizar . la solidaridad con el pueblo chileno y ayudar a la resistencia interna?

—¡Por supuesto que sí! Esa es precisamente la labor de todos los artistas chilenos. A todos lados, lo que llevamos es un mensaje de esperanza de Chile. Por donde vamos, denunciamos los crímenes de la Junta Militar y el peligro que significa el fascismo para todos los pueblos y hacemos un llamado de unidad en contra del fascismo. En ese sentido, creo que sí hacemos una labor importante.

—¿Y con algún resultado?” ¿Como los recibieron en Estados Unidos? ¿Tuvo alguna repercusión su presencia?”

— ¡Claro que la tuvo! En primer lugar, antes de que llegáramos se movilizó muchísima gente para conseguir las visas. Es decir, si visitamos Estados Unidos fue porque dentro de ese país existe una fuerza de solidaridad con Chile, en la cual participan toda clase de personajes. Podríamos mencionar al senador Kennedy, a varios hombres de ciencia que han recibido el Premio Nobel, al diputado Harrington y, entre los artistas, Joan Báez, Bob Dylan, Jane Fonda, Marlon Brando, Dustin Hofítman, Paul Newman... muchos. .. Son todos ellos, muchísimas personas, las que están creando una fuerza grande que hace difíciles las maniobras de la CIA, digamos, y de las empresas transnacionales que buscan, lógicamente, afianzar el poder de la junta, pero que ya no encuentran el apoyo de la opinión pública norteamericana.

“El repudio internacional, en todos los planos, debilita a la Junta Militar, aun dentro de Chile. También internamente la junta está aislada; tanto, que está echando mano del crimen. Internamente, las fuerzas armadas chilenas están en proceso de corrupción, llenas de contradicciones y surgen elementos que ya no pueden estar de acuerdo con la política fascista de Pinochet y sus secuaces. Esto crea una situación nueva. Se va. corroyendo el poder de los militares y se hace posible que sectores de las propias fuerzas armadas empiecen a comprender que el fascismo no es solución para Chile y busquen formar parte del vasto movimiento democrático que se está generando en nuestro país. . .”

— ¿Existe alguna seguridad de que realmente se esté generando ese movimiento?

—Le voy a dar algunas pruebas. Apenas en marzo pasado, ocurrió la muerte del general Bonilla. No sé si conozca todos los antecedentes, pero durante bastante tiempo se le mantuvo fuera de su puesto, digamos, y corrieron muchísimos rumores de que lo tenían arrestado en su domicilio. Los rumores llegaron a tal punto que hubo declaraciones de medios oficiales. Desapareció de la vida política durante varias semanas y, de repente, lo hallaron muerto en un accidente muy sospechoso. Todo el mundo pensó que podía tratarse de un crimen. Y ya. se produjo la prueba de que lo fue. Como el helicóptero en que Iba : Bonilla era francés, se pidieron dos técnicos franceses para investigar el accidente. Estos técnicos viajaron en un helicóptero similar y después de realizar sus investigaciones, el helicóptero también se cayó. Lo oficiales chilenos que los acompañaban no murieron, pero los franceses sí. Ya las coincidencias son muy grandes, ¿verdad?

“Por otra parte, nunca ha habido tal cantidad de oficiales dados de baja en las distintas ramas de las fuerzas armadas. En los últimos meses, por lo menos 500 oficiales se han dado de baja. Después de la muerte del general Pratts y de Bonilla, se han producido, extrañamente, oleadas de militares dados de baja. El general Pratts encabezaba una corriente de opinión que todavía subsiste dentro de las fuerzas armadas, que es, digamos, constitucionalista y que no es Una corriente débil; está avanzando y ganando posiciones. Junto con eso también tenemos un gran avance dentro de la democracia cristiana para acercarse a los grupos de la Unidad Popular y luchar unidos contra la dictadura. En Estados Unidos tuvimos oportunidad de conversar con varios dirigentes, líderes importantes de la democracia cristiana que se presentaron a nuestros conciertos. Hablo de Radomiro Teomich, Renán Fuentealba, Claudio Huepe, Bernardo Leighton. El hecho de que ellos asistieran a nuestros conciertos, marca un nuevo espíritu unitario ¿no? La situación en Chile va a cambiar mucho más luego de lo que todos nosotros pudimos pensar, inmediatamente después de la caída del gobierno de la Unidad Popular”.

La sonrisa, la expresión, la actitud toda es de esperanza, de una firme esperanza. Y eso es lo que ellos van cantando por el mundo entero, mientras dentro de su país, la prensa que apoya el fascismo los ha bautizado como los ““cantores del odio”.

Sara Moirón
Fotos: Jorge Moro