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DICAP: 4 Años y con pantalones largos
FuenteRamona Fecha21 Marzo 1972 PaísChile


Edición transcrita

DICAP: una iniciativa juvenil que fue a parar a los cuernos de la luna… pero allí nadie está en la luna… El Hernán agarra la brocha y pinta…, mientras el Ricardo se lo pasa hablando por teléfono y el Warren la revuelve por el mundo; la Vicky chilla con altisonancias de sirena de alarma y la Miriam barre. El Lubetkin abre sus ojos de plata, un uruguayo recién incorporado. En Dicap siempre hay uruguayos… El Clan Bodega cuida los discos y los defiende con su sangre. No sale un solo ejemplar si no hay autorización del Juan que dirige lo artístico entre Do de Pecho y ejercicios respiratorios. El Pato Novoa cuida los pesos con su compañera Angélica, que se empeña en cortar la respiración con las minis…, y la Adriana tiene un tic telefónico. Se pasa el día diciendo “aló, Dicap”…

LA HISTORIA DE DICAP

Hernán, el pintor de letreros, es el gerente de DICAP. Viste con elegante descuido. Es claro, cortante, preciso, gruñón: “Dicap (Discoteca del Cantar Popular) nació en 1968. Fue el momento en que la juventud progresista y con inquietudes trató de romper la barrera musical alienante que desviaba a la Cabrera chilena. Coincidió esta inquietud con la celebración en Sofía, Bugaria, del Noveno Festival de la Juventud dedicada a mostrarse solidarios con Vietnam. Teníamos ganas de mandar un regalo que significara la inquietud de la juventud chilena. Ya por esos tiempos la masa popular repetía las canciones nuevas que interpretaba un conjunto recién formado: el Quilapayún. Así, recopilamos sus canciones y nos lanzamos a la aventura de publicar el álbum POR VIETNAM, que hasta el día de hoy es superventa y que en ese instante dejó con la boca abierta a toda la gallada. De ahínque se hiciera necesario aprovechar ese entusiasmo inicial para llevar a cabo algo estable. Confirmar la nueva expresión musical…, juvenil, con temática que le perteneciera manifestando las cosas tal como son y con nuestra manera de apreciarlo todo. Salieron más artistas, muy buenos, siguiendo el ejemplo del Quila.

En este movimiento lo esencial ha sido la conciencia lograda por los artistas que se empeñan en demostrar que nuestro movimiento es algo más que una “onda pasajera”, como se pretende calificarnos. Hay sólida conciencia de lo que se hace es por eso que en este diálogo permanente con la juventud tenemos rápida recepción. Luego se dieron condiciones históricas que abonaron el terreno y el resto del trabajo fue la organización que le dio forma y contenido al movimiento de DICAP.

Al calor de la campaña de la UP que triunfó con Allende, salieron más discos; realizamos decenas y decenas de giras con harto sacrificio. Recitales en el Marconi que marcaron época y otras presentaciones. De repente, sin darnos cuenta, teníamos pantalones largos y competíamos en los rankings radiales y periodísticos sin que ése hubiera sido nuestro objetivo. Es que la juventud impone sus condiciones y nosotros parece que la interpretamos mejor.

JÓVENES POR TODOS LADOS

Este es un sello de gente joven. Por lo tanto aquí se trabaja con alegría. Todos le pegan a todo. Hasta tenemos un BRP para salir a rayar y pegotear. Una vez nos llevaron presos… Se salvó el vejete que nos ayuda en Promoción Radial, porque el lumbago le impidió subirse al jeep en que andábamos.

Lo medular, compañero, está en lo artístico, lo económico y lo juvenil. Tenemos una línea artística que comienza en la carátula, donde los Larrea crearon un estilo hasta ahora inimitable. Luego, el contenido musical es siempre algo que pasa sin perder el ritmo interesante. Puchas… nos han publicado en todo el mundo. Lo económico es delicado. Hay que mantener la organización que ha crecido. ¡Cuesta! Pero siempre nos salvamos por pelo, porque entendemos que una iniciativa de estos alcances debe hacerse con sacrificio, sin pensar en cuánto se va a ganar. Lo juvenil lo tiene aquí. Se trabaja con alegría, jodiendo la pita y haciendo bromas. El tonto grave no tiene cabida en Dicap.

UNA FAMILIA UNIDA

La Unidad “dicapienta” es asunto serio: no hay rencillas, no hay contradicciones. Puede haber cambios de ideas, a veces a garabatos, pero luego pasa la tormenta.

Claro que hemos tenido altos y bajos, especialmente porque se relajó un poco el esfuerzo luego del triunfo. Pero ya estamos otra vez a todo vapor. Nuestros artistas, que siempre están en la primera línea de combate, no pueden aceptar la palabra descanso. Si la cosa no es guitarreando o dándole al bombo, puede ser saliendo a propaganda o a lo que sea”… ¡Y se le acabó la cuerda al Hernán!

¿Para qué más? Estamos enterados. Salir de DICAP cuesta… se trabaja a full… el Clan Bodega, temible como siempre, envuelve discos…, la Miriam barre…, la Nancy dice aló…, la Angélica saca cuentas y la Carmen paga... El Quico habla cabezas de pescado, el Juan se despide. Va a promoción y ventas a Valparaíso, igual que el Mario Fuentes que está en “Conce” o como el Juan Mallea que lo mandaron a Antofagasta de abajo y ahora son capos… el Warren (antes le decía Guarén, pero lo ascendieron) sueña con giras a todo el país… la Vicky chilla… No cambia nada… Llega el Pato Novoa y pregunta dónde se almuerza… se produce el desbande… Comen como caníbales… Hay una guerra con migas de pan… Fue la Gaby que está en Cobranzas… Me cayó una en la sopa… se manchó la camisa… pero se salvó el disco que tenía en la mano. Era un LP del INTI… ¡Menos mal!…

Cucho Fernández