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Habemus

Como a las 7 de la tarde desde la chimenea de la Capilla Sixtina empezó a salir el famoso humo blanco, a las 7:06 p.m. el Cardenal francés encargado, pronunció en latín las Santas palabras, “Habemus Papam!”.

Nada de extraordinario en sí la elección de un nuevo Sumo Pontífice, sólo que esta vez dicho nombramiento no tenía nada de ordinario.

Empezando por le Renunciación de Benedicto XVI, hecho sin precedente en la historia actual del catolicismo, no había sucedido desde el siglo XV, a fines de la Edad media. Todo el mundo lo sabe.

Ya nunca más un Papa estará obligado a gobernar hasta la muerte…

Bajo la fina lluvia romana apareció entonces en el balcón aquel que nadie esperaba, Don Jorge Bergoglio arzobispo de Buenos Aires, con una cara de buen hombre que no se la podía, dijo en italiano: “Fratelli e Sorelle, buona sera” y luego de una irónica observación sobre su lejano origen, invitó a la multitud al recogimiento y a rezar colectivamente un Padre Nuestro, oración que hasta los ateos conocen de memoria. El silencio en la plaza San Pedro fue total.

Francisco es jesuita y argentino. Nunca hubo Papa sudamericano ni tampoco jesuita, Los jesuitas son los intelectuales del clero, sospechosos de apoyar la teología de la liberación y de connivencia con el marxismo, Juan Pablo II los apartó de las altas esferas eclesiásticas. La religión no transige con el dogma.
El mismo Juan Pablo II lo nombró más tarde Cardenal.

Dicen que Don Jorge está más cerca de los pobres que de los otros. En todo caso, irradia una gran humanidad, fue a la escuela pública, tuvo una polola, le gusta el fútbol y es hincha del San Lorenzo de Almagro.

Al final de la ceremonia dijo: “Buenas noches y que descansen”

De memoria cristiana no había ocurrido nunca.

Y que tiene que ver esto con el Quilapayún dirán ustedes.
Poco, salvo la emblemática “Plegaria a un labrador” y su alusión franciscana “Líbranos de aquel que nos domina en la miseria, ahora y en la hora, de nuestra muerte amén”

Por mi parte, no volveré a cantar “Qué dirá el Santo Padre” mientras dure este pontificado.