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Diario andino

El sol de La Serena brillaba como una papaya al jugo, entibiando así las pirámides en que nos alojaron los amigos del grupo Lican-Antay.
Luego de un breve reposo empezaron los ensayos. “Cantata por el pueblo Andino” decía el cartel y dos años después de su estreno en el sur de Francia estos cantos aymaras volvieron a su fuente natural, el Norte.

Coro de adultos, coro de voces blancas, las estremecedoras zampoñas del Lican-Antay, las voces del Quilapayún y el relato del zorro del desierto de Atacama, Don Osvaldo Torres Veliz configuraban el cuadro sonoro de ésta obra que por obra y gracia de Don Gustavo Araya quien obtuviera los fondos necesarios para su realización, vio por primera vez en Chile la luz en este invernal fines de junio del 2013.

Toda esta patota musical fue dirigida por su compositor don Luis Cassorla, hombre generoso y más bueno que el pan amasado. Un aplauso para él.
Los que se llevaron la palma del espectáculo fueron sin duda el coro de niños del colegio Santa Marta de Coquimbo quienes hicieron un dúo memorable con los compañeros del Quilapayún.

Fuera de los fondos necesarios para la realización de estos conciertos se necesitó también la voluntad y las ganas de tres personas más: el alcalde de la ilustre ciudad de La Serena, el alcalde de la ilustre ciudad de Combarbalá y el alcalde de la República de San Joaquín que según dicen es un fiel adepto de la música andina. Un gran aplauso par ellos tres.

La cantata por el pueblo andino se hizo tres veces y dicen las buenas lenguas que es probable que en enero o febrero del 2014 se vaya de gira por el norte Grande con sus sesenta participantes.
Entonces, por ahí nos vemos.