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"Venceremos, mil cadenas habrá que romper. Venceremos, la miseria sabremos vencer"

Estos años simbolizan el período más contingente del conjunto. La elección de representar a la clase obrera y de incluir en sus temáticas las preocupaciones sociales en una expresión muy directa, los catapultan a un primer plano, convirtiendose en la voz principal del proceso socialista que Chile inicia en ese año. Después del triunfo de la Unidad Popular, en Septiembre de 1970, el grupo inicia una larga gira que lo llevará por Europa y se extenderá hasta Cuba. Su paso por la RDA permite la edición bajo sello Plane de su obra, además de grabar junto con Isabel Parra el trabajo conjunto "Lieder Aus Chile". Esta gira marca la partida de Patricio Castillo, cuya presencia en el grupo siempre fue más bien intermitente. De regreso a Chile, en Marzo de 1971, se integran a todo el proceso que tomará parte en el país.

Durante 1971, Quilapayún integra a sus filas a un joven ingeniero de la Universidad Catolica, Rubén Escudero, con el cual vuelven a transformarse en un sexteto. Este año editan una segunda cantata, "Vivir Como El". Esta obra, compuesta por Frank Fernández, y con arreglos de Luis Advis, es un homenaje al héroe vietnamita Nguyen van Troy.

Durante 1972 se deciden a crear los "Talleres Quilapayún" que resultaría ser un semillero de futuros conjuntos folklóricos. Es así como se forman varios Quilapayunes que recorren el país con su música. Ahí nacen también los lolopayunes (semilla del grupo "Ortiga") y las quilapayunas. En estos talleres estaba Hugo Lagos, joven estudiante de música, quien es invitado a integrarse al conjunto, convirtiéndose en la guitarra solista del Quilapayún.

El año 1972 graban para el sello Odeón "Quilapayún 5", donde el grupo reafirma su búsqueda musical en forma paralela al trabajo más contingente. En esta producción aparecen temas como la "Cueca de la Libertad" (donde colaboran con otro compositor docto, Cirilo Vila), la interpretación de un Preludio de J.S. Bach y algunos temas alejados de las formas folklóricas como "Ausencia", compuesto entre Rodolfo Parada y Eduardo Carrasco y "El Vals" de Carrasco.

Sin embargo, 1973 comienza con una polarización total del país, en vísperas de las elecciones parlamentarias de Marzo. En ese contexto el grupo tiene una accidentada y escandalosa presentación en el Festival de la Canción de Viña del Mar y, en el mismo período, graba sus canciones más contingentes, de las cuales se destacan "Las Ollitas" o "El Enano Maldito". Estas canciones serán editadas en singles y posteriormente en los LPs "No Volveremos Atrás" y "La Fragua". Este último trabajo corresponde a una cantata popular escrita por el compositor chileno Sergio Ortega, con motivo del cincuentenario del Partido Comunista Chileno, donde se sigue el hilo histórico de la lucha de clases en Chile, y donde el relato de los hechos le da un carácter épico.

En agosto de 1973, Quilapayún emprende una gira a Europa, la cual tiene como punto de coronación la presentación en el Olympia de París el 15 de Septiembre y con fecha de retorno para el 24 de ese mes. Cuatro días antes del estreno, Quilapayún es sorprendido con la noticia del Golpe. De pronto, el grupo tiene el exilio en sus narices y la necesidad de replantearse.